Después de volver de nuestras vacaciones de Julio tocaba empezar a mirar las de Septiembre, aunque no habíamos pensado ni a dónde irnos.
No teníamos preferencias, así que empezamos a mirar diferentes cosas.
Como tampoco el presupuesto daba para mucho, decidimos echar un vistazo a varios destinos españoles. Después de mucho mirar nos decidimos por Valencia y empezamos la búsqueda.
El tema de los hoteles estaba complicado, todo estaba carísimo. Pero no desistimos, en un segundo intento encontramos un hotel normalillo y a precio razonable en la Plaza del Ayuntamiento.
Pero yo, que siempre ando marujeando por internet, encontré una oferta de Ryanair de Madrid a París por 7 €. Miré precio de vuelo de Tenerife a Madrid y no estaba mal. Ya sólo faltaba mirar hotel.
Haciendo cuentas, me doy cuenta de que al final nos sale mejor de precio irnos a París que a Valencia. Así que se lo digo al chicharrero y las vacaciones cambian de destino.
Una hora antes de la salida de nuestro vuelo hacia Madrid, llegamos al Aeropuerto de Tenerife Norte (Los Rodeos).
Embarcamos en hora, pero después de un rato dentro del avión el piloto nos dice que debido a un problema con una luz nos íbamos a retrasar.
- Ay, Dios, que vamos a perder el enlace a París.
El mundo se me cayó encima y me veía tirada en Madrid. Qué mal rato pasamos.
Después de poco tiempo vuelve a hablar el piloto y nos dice que nos ponemos en marcha.
- Uf, menos mal. Llegaremos justitos, pero llegaremos.
Llegamos a Madrid con tiempo suficiente de cambiar de terminal (de la T2 a la T1), facturar con Ryanair, comer algo rapidillo y ponernos en la cola para embarcar.
Esta segunda experiencia con ellos fue mejor que la primera, esta vez no hubo retrasos.
Aterrizamos en Beauvais y pensé en mi aeropuerto de TFN. Siempre me quejo de que es un aeropuerto pequeño, pero después de ver éste me dio un poco de risa.
Recogimos la maleta y salimos en busca del lugar donde comprar los tickets para el bus que nos llevaría hasta Porte Maillot.
Sólo hay que salir y a la derecha está la caseta donde los venden. Allí mismo para el bus.
Una vez en Porte Maillot nos dispusimos a buscar la línea 1 de metro. La encontramos justo al otro lado del Palacio de Congresos.
Seguimos hasta Concorde y allí cambiamos a la línea 12 hasta Lamarck. De allí al hotel, unos pocos minutos andando.
Cuando llegamos a Montmartre eran las 22:00 horas con lo que dejamos las cosas en la habitación y dimos una vuelta por la zona en busca de algo para cenar.
Picoteamos en la habitación, decidimos qué hacer al día siguiente y a dormir.
Había sido un día intenso de viaje y estábamos bastante cansados.
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