Hoy cogemos el metro en dirección a Trocadéro, nos dirigimos al Palais de Chaillot y hacemos las primeras fotos de la Tour Eiffel.
Cogemos rumbo hacia ella y después de una pequeña cola para comprar los tickets y otra para entrar nos metemos en el ascensor para subir a lo más alto.
Arriba no hacía frío, lo siguiente. Había cambiado los 26º de Tenerife por los no sé cuántos de París que eran bastante menos.
Después de casi morir de congelación (lo sé, soy una exagerada pero no aguanto el frío) y de sacar muchas fotos volvimos a bajar en el ascensor.
Bajamos por el Parc du Champs de Mars hasta encontrarnos de frente con la Ecole Militaire y de ahí nos marchamos hacia Les Invalides.
No entramos porque es un museo militar y no me atrae demasiado.
Sacamos unas fotillos y de allí al Musée d’Orsay.
Dentro no se puede grabar ni sacar fotos pero…….
Volvimos hacia atrás, esta vez pegados al río, pasando por la Asamblée Nationale y llegamos al Pont Alexandre III para cruzarlo y hacer algunas fotos.
Al otro lado del río aprovechamos para fotografiar el Petit Palais y el Grand Palais.
Antes de seguir nuestro camino paramos a descansar en un pequeño parque que hay detrás del Grand Palais, había que reponer fuerzas para seguir.
Desde allí seguimos hasta la Place de l’Alma. Allí hay una reproducción de la llama de la antorcha de la Estatua de la Libertad (Nueva York).
Lady Di murió cuando pasaba en coche por la carretera que transcurre por debajo. La gente, después de su muerte, lo cogió como lugar de homenaje a ella.
Una vez aquí ya habíamos acabado nuestro planning del día. ¿Qué podíamos hacer? ¿Y si nos dábamos un paseo hasta la Avenue des Champs-Elysées?
Tomamos la Avenue Montaigne y me deprimí el resto de la tarde. Esa calle es el paraíso de las compras…… para quienes se lo puedan permitir, claro. Dior, Fendi, Versacce, Louis Vuitton, etc. Todos estaban allí. Qué escaparates y qué precios.
Llegamos a nuestro destino y dimos un paseo, nos sentamos un rato a tomar un café, cogimos el metro y nos fuimos al hotel.
Había que cenar algo, así que después del descanso fuimos a dar una vuelta por los alrededores y buscamos un sitio donde poder comer algo sin tener que gastarnos demasiados euros.
Después de un rato y varias calles nos gustó un sitio para sentarnos a tomar algo antes de cenar. Y terminamos cenando allí. El lugar se llama “Café Mont Cenis”.
Una vez acabada la cena, el cansancio pudo con nosotros y cogimos rumbo hacia el hotel a descansar. Mañana será otro día.
Qué bonito París... Yo he estado ya dos veces y he tenido suerte de no congelarme ni una jeje. La primera porque fue en verano, y la segunda en abril, que nos hizo tiempo de verano!!!
ResponderEliminarMuy bonito el post y las fotos :) Un saludo!
Gracias por tu comentario, me alegro de que no te hayas congelado ninguna de las dos veces jajajaja.
ResponderEliminarSaludos