Llegamos en metro hasta la parada de Les Halles para dirigirnos hacia Saint Eustache. Allí nos hicimos unas fotillos con la escultura que hay por fuera de la iglesia y luego entramos a ella.
De allí fuimos hasta el Pompidou para verlo de día y sacarle fotos, al igual que la Fuente de Stravinsky.
Al llegar a la fuente nos encontramos con los de Greenpeace. Su reivindicación era en contra de los vertidos de crudo.
Después de un café, nos fuimos a pasear por la Rue des Rosiers, una calle muy curiosa y bonita, hasta llegar al Musée Carnavalet. Aquí no pudimos hacer ni una foto de estrangis porque nos vigilaban muy bien.
Seguimos paseando por el barrio, compramos unos bocadillos y nos fuimos a la Place des Vosgues.
Allí estuvimos bastante hasta que empezó a lloviznar y tuvimos que levantar el chiringuito por si empezaba a caer más fuerte. Pero no fue así, se quedó en nada.
Proseguimos nuestro camino hacia la Place de la Bastille y nos encontramos una manifestación enorme.
Había de todo: gente en contra de retrasar la edad de jubilación, lesbianas reivindicando sus derechos, gente en contra de lo que está haciendo el gobierno con los gitanos rumanos……. Para mí que todo el mundo aprovechó el momento para salir a la calle.
De ahí cogimos el metro y nos fuímos a dar un paseo por Champs Elysées.
Cansadillos decidimos irnos al hotel, por la noche queríamos dar una vueltecilla.
Esta noche es la Nuit Blanche, así que cogemos el metro en dirección Trocadéro y aprovechamos para ver la Tour Eiffel encendida.
Después de un paseo y muchas fotos, preferimos irnos a dormir al hotel. Además, nuestra parada de metro cerraba a las 12:30 y si no llegábamos a esa hora nos quedábamos tirados y no era cuestión de dormir en la calle.
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