PREPARATIVOS DEL VIAJE
Teníamos que preparar nuestra luna de miel, así que nos dispusimos a mirar por Internet a ver qué viaje nos apetecía hacer.
Ale quería un crucero, pero a mí el mar……. Total, al final se salió con la suya.
Me puse en contacto con un amigo para que me diese precios y así decidir cuál nos venía mejor.
Insistieron por un lado, vimos fotos por otro y nos decidimos. El Liberty of the Seas fue el barco elegido.
Empecé a buscar información sobre los puertos que visitaríamos, ya que nosotros íbamos a hacer las visitas por nuestra cuenta, y me encontré unas guías fantásticas por Internet. Las susodichas son las de cruceromania.net, aunque también busqué información en el foro www.losviajeros.com
También teníamos que buscar los billetes de avión TFN-BCN-TFN y los alojamientos en Barcelona porque nos quedaríamos 2 días antes de embarcar y dos días después de llegar otra vez a tierra.
Hicimos el checking del crucero en la web de Royal Caribbean para ahorrar tiempo el día del embarque. No es complicado, así que en un momento ya lo tenía impreso y todo.
Ahora tocaba decir qué ropa llevar, vamos a ver……
Una noche de gala, una noche formal, ropa para las excursiones, ropa para las cenas informales, etc. Creo que toca llevar un maletón, uffffff.
Pues ya está todo listo. Liberty, allá vamos!!!!
El problema va a ser cuando queramos hacer el siguiente, cualquier otro barco nos va a parecer poca cosa.
NUESTRA LLEGADA AL "BARQUITO"
Habíamos pasado un par de días antes en Barcelona, por lo que no tuvimos problemas para llegar pronto al barco.
Nos levantamos a eso de las 9 de la mañana para ir a desayunar, hoy era el gran día. El día en el que nos subiríamos al Liberty para disfrutar de una semana de crucero.
Sobre las 10 de la mañana terminamos de recoger todo y bajamos a recepción a devolver la llave de la habitación.
Cuando el recepcionista iba a llamar a un taxi se paró uno en la puerta del hotel para dejar a dos personas que se iban a alojar allí, así que aprovechamos y nos subimos para que nos llevase al puerto.
Barcelona estaba gris, llovía a mares. Pero no nos importaba, en breve comenzaríamos nuestra primera aventura en un barco.
Qué nervios!! Cuando nos íbamos acercando al barco en el taxi me dio un poco de yuyu, cómo me iba a manejar en esa enormidad.
Al llegar a la puerta de la Terminal del Puerto nos recibió un señor que se quedó con nuestras maletas, poniéndoles unas pegatinas con nuestro número de reserva y de camarote.
Entramos en la Terminal y nos dieron un papel que había que rellenar con nuestros datos preguntando si habíamos tenido alguna enfermedad, si teníamos síntomas de gripe….. Pusimos a todo que no, lo firmamos y nos dirigimos a la cola para hacer el checking.
Al llegar al mostrador, fue rápido porque no había casi nadie, entregamos los papeles del checking hecho por Internet, el papel que nos habían dado al entrar, la tarjeta de crédito para asociarla a la tarjeta del barco y los pasaportes.
Nos dieron la Seapass, que es la tarjeta del barco, y para adentro.
Allí habían unos chicos que te hacían una foto, nos la hicimos y ya nos dirigimos hacia el barco.
En la Seapass aparece tu nombre, el número de camarote, el nombre del restaurante de las cenas con el número de mesa que te corresponde y la cubierta donde está. La debes llevar siempre encima ya que te hará falta para pagar, para salir y entrar al barco.
Hasta las 12 no se podían reservar los espectáculos y hasta las 13 no se podía acceder a los camarotes. No importaba, nos dedicamos a pasear por el barco e ir descubriendo cosas.
Y aquí unas cuantas fotos de lo primero que visitamos:
El camarote estaba muy bien, me lo esperaba bastante más pequeño. También es verdad que elegimos uno con balcón.
Y nos hicieron un regalito:
Una vez visto el camarote y aprovechado el regalito, volvimos a bajar para ver la zona de las piscinas y el espectáculo que nos esperaba.
Esa noche era nuestra primera cena en el restaurante principal e íbamos con ganas de conocer a nuestros compañeros de mesa pero, a la vez, teníamos algo de temor por ver a esas personas por si no nos gustaban o nos sentíamos incómodos.
Qué equivocación, tuvimos mucha suerte con la gente que nos tocó. Una pareja de recién casados granadinos, una pareja de catalanes que esperaban su primer bebé y una chica catalana que iba sola.
También tuvimos suerte con el camarero y su ayudante. Nos tocaron dos tipos geniales que nos hicieron pasar muy buenos ratos (reeeeeeeecomendeichon). Aún sonrío cuando me acuerdo de ellos dos.
Después de la cena, tocaba decidir qué hacer. Dimos un paseo por el barco y nos metimos en "The Catacombs", la discoteca.
Qué bien lo pasamos esa noche, tanto que nos dieron las tantas.
Estuvimos toooooooda la noche bailando, bebiendo mojitos y echando unas risas con el camarero de la barra de la entrada (la discoteca tiene dos plantas aunque no es muy grande).
LLEGAMOS A TOULON
Éste era un puerto en el que no nos apetecía bajar, no nos llamaba demasiado la atención así que decidimos aprovechar lo que nos ofrecía el barco.
Hay miles de cosas que hacer allí, no nos íbamos a aburrir.
Estuvimos todo el día en la piscina, paseando, comiendo, bebiendo......
Llegó la noche y, con ella, la cena del capitán. Había que ponerse guapos, así que pronto fuimos a acicalarnos para ello.
Al llegar al camarote nos encontramos con algo que nos había dejado nuestro camarero de camarote:
Una vez acicalados y presentables, tocaba ir a escuchar el discurso del capitán.
Después del discurso, tocaba ir al restaurante principal para la cena. Nos volveríamos a encontrar con nuestros compis de mesa.
Otro buen rato, bromas, risas......
Después de la cena tocaba nuestro primer espectáculo, "In the Air".
Cuando acabó el espectáculo nos fuimos a dormir, mañana llegábamos a un nuevo puerto y había que madrugar.
DE PASO POR VILLEFRANCHE
Suena el despertador, ducha, ropa y a desayunar.
Hoy desayunamos con una de las parejas que nos acompañan en la mesa de la cena y luego nos iremos a Mónaco.
Los cuatro nos dirigimos hacia los tenders que nos llevarán a tierra, ya que el barco fondea en la bahía.
Una vez en tierra vamos hacia la pequeña estación de tren que está al fondo de la bahía, yendo siempre junto al mar. Hay que subir unas escaleras y ya estás allí. Al comprar el billete hay que decir que es para Mónaco y colocarse en las vías en dirección Vintimille.
Cuando llegamos a nuestra parada quisimos buscar una salida concreta pero no la encontramos, así que salimos por otro lado y nos dispusimos a patearnos la ciudad.
Qué alucine con los coches, si es que.....
Seguimos paseando hasta llegar a una plaza muy bonita desde donde había que subir una "pequeña" pendiente para llegar al Palacio de los Grimaldi.
La pendiente se las traía, pero valía la pena subirla para ver las vistas desde el mirador.
Bajamos por el otro lado y llegamos a la Catedral. Me quedé con las ganas de ver la tumba de Grace Kelly porque estaba cerrada, así que seguimos nuestro camino.
Me llamó mucho la atención el color del mar y lo cuidado que está todo el litoral.
Seguimos hacia el puerto y nos encontramos ......
Y llegamos hasta el famoso Casino de Montecarlo y el Hotel de París.
Por supuesto, no nos podíamos olvidar de la famosa curva de la Fórmula 1. Así que allá que fuimos a por una fotillo del lugar.
Volvimos a pasar por el Casino porque ya era la hora de que abriesen y así podríamos ver los súper coches que pasaban o aparcaban por allí.
Seguimos nuestro camino porque ya iba siendo hora de regresar a Villefranche para volver al barco, así que nos dirigimos hacia la estación para coger el tren de vuelta.
Hoy teníamos el espectáculo antes de la cena, con lo que nos arreglamos y nos fuimos al teatro a ver "Saturday Night Fever".
Una vez en el restaurante, y durante la cena, todo el personal se fue uniendo en la escalera y nos cantaron una canción.
Mañana llegaremos a otra ciudad, así que después de cenar nos fuimos a dormir porque ya el cansancio iba llegando a nuestro cuerpo.
UN PASEO POR PISA Y LIVORNO
Hoy atracábamos en Livorno y nos tocaba visitar Pisa junto a dos parejas que nos acompañan cada noche en las cenas.
En el puerto, un bus nos lleva hasta el centro de la ciudad (Piazza Municipio)y allí cogemos otro que nos lleva hasta la estación de tren. Compramos el billete y nos dirigimos hacia el andén.
Y por fin...... estábamos en Pisa.
Nos hartamos de sacar fotos, cotorrear, reirnos, comprar..... Pero nos negamos a subir a la Torre Inclinada.
Después de un par de horas por allí, decidimos regresar a Livorno en el tren.
Cuando llegamos allí, las otras dos parejas decidieron regresar al barco mientras que nosotros preferimos dar una vuelta por la ciudad.
Paseamos un poco y sacamos algunas fotos.
Biennnnnnnnn!!! Ya tenía yo ganas, sigue, sigue please!!
ResponderEliminarEstoy en ello
ResponderEliminarLe has cogido el gustillo, me gusta mucho fácil de leer, super ameno y las fotos preciosas, espero la próxima escala. :o)
ResponderEliminarMe alegro de que te guste.
ResponderEliminarEstoy escribiendo la siguiente parte, en breve la publicaré
Vaya tela de barquito, me gustaría hacer un crucero en uno de esos, fuera donde fuese. Que gran titán.
ResponderEliminarNunca me planteé un crucero, pero he de decir que fue una pasada y espero repetir con otro
ResponderEliminarWell I sincerely enjoyed studying it. This subject provided by you is very constructive for proper planning.
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