30 abr 2013
MI TERCER PREMIO VERSATILE BLOGGER
Mi amiga Vero, del blog Vall Fosca and peques me ha entregado un tercer Premio Vesatille Blogger que me ha hecho mucha ilusión.
Ya he cumplido con todos los requisitos que se me pedían al darme el premio, así que este post solamente es para agradecerle a http://vallfoscapeques.blogspot.com.es/ el premio que me ha otorgado.
26 abr 2013
OTRO PREMIO VERSATILE BLOGGER
Acabo de enterarme de que mi amiga Isabel, del blog Viajando voy, viajando vengo me acaba de otorgar otro premio.
Estoy muy contenta, en un par de días me han concedido dos.
Según las reglas establecidas, tengo que hacer un par de cositas. Pero me saltaré uno de los puntos.
1. Agradecer al blog que me ha otorgado el premio.
Gracias, Isa, por otorgarme este premio desde tu blog http://viajandovoyviajandovengo-isabel.blogspot.com.es
Me gusta que otros bloggers den premios así, a mí me hace mucha ilusión.
2. Compartir algo para que los seguidores de mi blog me conozcan un poco más.
En la anterior entrada ya comenté algo acerca de los viajes.
Me gusta empaparme de todo lo que encuentro. Hay una frase que me gusta mucho y que he hecho mía desde hace unos meses: "Camino despacio, que todo me asombre".
3. Otorgar el premio a 15 blogs.
Como ayer ya lo hice, me voy a saltar este punto.
25 abr 2013
PREMIO VERSATILE BLOGGER
Ayer me dieron una grata noticia, desde el blog Viajes y vivencias me concedieron el Premio Versatile Blogger.
No debes perderte este blog, en él encontrarás sus diarios de viaje donde te cuenta con detalle sus peripecias por el mundo.
Y, ahora, las reglas de este premio:
1. Agradecer al blog que te lo ha otorgado.
Quiero agradecer a http://caliope-viajesyvivencias.blogspot.com.es el haberme otorgado este premio. También quiero agradecerle el tomarse la molestia de leer mi blog.
2. Compartir cosas de nosotros mismos para que nuestros seguidores nos conozcan un poquito más.
Me gusta mucho viajar, aunque me gustaría hacerlo más de lo que puedo.
Hacer un blog es una manera de entretenerme y de tener guardados todos los recuerdos de mis viajes.
3. Repartir el premio nominando a 15 blogs que sigues y enlazarlos.
Y mis premiados son:
http://www.callejeandoporelplaneta.com/
http://www.deambulandoconartabria.com/
http://diarioviajekiana.blogspot.com.es/
http://www.mipatriasonmiszapatos.com
http://vallfoscapeques.blogspot.com.es/
http://www.vero4travel.com/
http://www.viajaramiaire.com/
http://caliope-viajesyvivencias.blogspot.com.es/
http://www.pacoyverotravels.com/
http://www.mindfultravelbysara.com/
http://www.viajandovoyviajandovengo-isabel.blogspot.com.es/
http://www.mimaletayyo.com/
http://unmundopara3.com/
http://mimundoenunamaleta.wordpress.com/
http://elblogdemanekineko.wordpress.com/
19 abr 2013
Un día en la Alpujarra con grandes amigos
Hoy íbamos a compartir el día con una pareja que conocimos en un crucero y que se han convertido en buenos amigos nuestros.
Íbamos a ciegas, ellos se habían encargado de preparar el día y nos llevarían de paseo.
La primera parada sería Pampaneira, un pueblo muy bonito que me sorprendió bastante.
Paseamos por el pueblo, subimos sus cuestas y admiramos su paisaje.
Llegamos a una tienda donde vendían jamones y otros productos de la zona.
El dueño de la tienda, sin conocernos de nada, les dijo a los chicos que le echasen una mano porque se les desbordaba la cosa.
Había mucha gente dentro de la tienda, era una excursión.
Sin pensárselo dos veces, mi marido y el de la otra chica que venía con nosotros, se pusieron a ayudar al dueño de la tienda a cortar jamón y queso mientras él vendía como loco a toda aquella gente.
Seguimos nuestro paseo recorriendo el pueblo y sintiendo la tranquilidad que se respiraba allí.
Subimos al coche y seguimos nuestro camino, próxima parada Fuente Agria.
La fuente agria llama mucho la atención por el color anaranjado que tiene. Ésto es debido a la alta concentración de limonita (mineral de hierro) que tiene el agua y que con el paso del tiempo se ha depositado en todo el recorrido del manantial.
Nuestros amigos granadinos nos hicieron probar ese agua y puedo decir que es de las cosas más repugnantes que he podido probar hasta ahora.
Según los vecinos de la zona, este agua es medicinal.
La zona es preciosa, todo lleno de verde. Tanto en sus paredes como en el suelo.
Volvimos a subirnos al coche, esta vez para ir hasta Trevélez.
Nada más bajar del coche nos llamó la atención el olor, ese olor característico de los secaderos de jamones. Todo el pueblo olía a jamón serrano con lo que el estómago empezaba a rugir. Pero antes de comer había que visitar el lugar.
Trevélez se divide en tres zonas: el barrio alto, el barrio medio y el barrio bajo. Pero eso sí, todo cuesta arriba.
Paseamos cerca del río en un ambiente de lo más tranquilo y sosegado, parecía que el tiempo no pasaba viendo esa maravilla de paisaje.
Paseamos por las empinadas calles del pueblo sin saber si íbamos a ser capaces de llegar hasta arriba del todo, pero lo íbamos a intentar.
Mientras bajábamos, nos encontramos a unos viejecitos muy simpáticos que accedieron a sacarse una foto conmigo.
Una vez en la parte baja del pueblo, decidimos que era la hora de comer y entramos en un restaurante.
Pedimos unos platitos para llenar el estómago y, aunque nos dijeron que era ligero, nos pusieron ésto:
Tras comernos ese plato de comida y hablar un ratillo, nos volvimos a subir al coche y volvimos a la carretera.
Nuestros amigos nos comentaron que hay una roca enorme desde la que hay unas vistas espectaculares, así que allí que nos fuimos.
No me subí a la roca, tengo vértigo, pero los que se subieron dicen que habían unas excelentes vistas. Yo me conformé con hacer fotos desde tierra firme.
Tras el rato de esparcimiento fuimos hacia el último lugar que íbamos a visitar, Lanjarón.
Allí dimos un paseo por el lugar, sacamos alguna foto y nos sentamos en una terraza a tomar algo.
Tras la visita, ya sólo quedaba regresar a Granada. Habíamos pasado un día genial en muy buena compañía.
Íbamos a ciegas, ellos se habían encargado de preparar el día y nos llevarían de paseo.
La primera parada sería Pampaneira, un pueblo muy bonito que me sorprendió bastante.
Paseamos por el pueblo, subimos sus cuestas y admiramos su paisaje.
Llegamos a una tienda donde vendían jamones y otros productos de la zona.
El dueño de la tienda, sin conocernos de nada, les dijo a los chicos que le echasen una mano porque se les desbordaba la cosa.
Había mucha gente dentro de la tienda, era una excursión.
Sin pensárselo dos veces, mi marido y el de la otra chica que venía con nosotros, se pusieron a ayudar al dueño de la tienda a cortar jamón y queso mientras él vendía como loco a toda aquella gente.
Seguimos nuestro paseo recorriendo el pueblo y sintiendo la tranquilidad que se respiraba allí.
Subimos al coche y seguimos nuestro camino, próxima parada Fuente Agria.
La fuente agria llama mucho la atención por el color anaranjado que tiene. Ésto es debido a la alta concentración de limonita (mineral de hierro) que tiene el agua y que con el paso del tiempo se ha depositado en todo el recorrido del manantial.
Nuestros amigos granadinos nos hicieron probar ese agua y puedo decir que es de las cosas más repugnantes que he podido probar hasta ahora.
Según los vecinos de la zona, este agua es medicinal.
La zona es preciosa, todo lleno de verde. Tanto en sus paredes como en el suelo.
Volvimos a subirnos al coche, esta vez para ir hasta Trevélez.
Nada más bajar del coche nos llamó la atención el olor, ese olor característico de los secaderos de jamones. Todo el pueblo olía a jamón serrano con lo que el estómago empezaba a rugir. Pero antes de comer había que visitar el lugar.
Trevélez se divide en tres zonas: el barrio alto, el barrio medio y el barrio bajo. Pero eso sí, todo cuesta arriba.
Paseamos cerca del río en un ambiente de lo más tranquilo y sosegado, parecía que el tiempo no pasaba viendo esa maravilla de paisaje.
Paseamos por las empinadas calles del pueblo sin saber si íbamos a ser capaces de llegar hasta arriba del todo, pero lo íbamos a intentar.
Mientras bajábamos, nos encontramos a unos viejecitos muy simpáticos que accedieron a sacarse una foto conmigo.
Una vez en la parte baja del pueblo, decidimos que era la hora de comer y entramos en un restaurante.
Pedimos unos platitos para llenar el estómago y, aunque nos dijeron que era ligero, nos pusieron ésto:
Tras comernos ese plato de comida y hablar un ratillo, nos volvimos a subir al coche y volvimos a la carretera.
Nuestros amigos nos comentaron que hay una roca enorme desde la que hay unas vistas espectaculares, así que allí que nos fuimos.
No me subí a la roca, tengo vértigo, pero los que se subieron dicen que habían unas excelentes vistas. Yo me conformé con hacer fotos desde tierra firme.
Tras el rato de esparcimiento fuimos hacia el último lugar que íbamos a visitar, Lanjarón.
Allí dimos un paseo por el lugar, sacamos alguna foto y nos sentamos en una terraza a tomar algo.
Tras la visita, ya sólo quedaba regresar a Granada. Habíamos pasado un día genial en muy buena compañía.
GRANADA IV: GUADIX, UN PUEBLO ENCANTADOR BAJO LA LLUVIA
Salimos prontito del hotel para ir a desayunar y dirigirnos hacia la estación de bus, hoy nos íbamos a ver Guadix.
Nuestra intención era visitar la parte antigua y el barrio de cuevas.
Cuando llegamos allí, el día estaba nublado y amenazaba lluvia. Así que nos apresuramos en llegar al centro desde la estación de bus.
Llegando al centro empezó a lloviznar y nos encontramos con una concentración de motos que iban llegando al pueblo.
Pudimos ver poco debido a la lluvia, pero algo vimos.
Yendo hacia la parte antigua, nos encontramos con la Puerta de San Torcuato. Originalmente se llamaba Bib-Maramarín y se trataba de una de las puertas de defensa de la ciudad.
Dimos un rodeo para llegar a la Catedral de la Encarnación de Guadix. De estilo barroco, se comenzó a construir en el siglo XVI y se acabó a mediados del siglo XVIII.
Aunque sólo la vimos por fuera debido a que estaba cerrada, siempre nos ocurren estas cosas con las iglesias, nos pareció una pasada.
Empezamos a subir una cuesta hasta llegar al Museo de Alfarería Cueva La Alcazaba.
El señor que estaba en la entrada era mayor y muy agradable. No había nadie, con lo que teníamos la cueva para nosotros solos.
Es una cueva árabe bajo la Alacazaba de Guadix del año 1400, en ella hay un pozo de construcción arebesca.
Empezaba a lloviznar otra vez, así que nos dirigimos hacia el Barrio de Cuevas antes de que lloviese más fuerte para después volver hacia el centro del pueblo para ver el resto.
Supuestamente son posteriores a la época musulmana y, en la actualidad, hay unas 2000 cuevas.
No pudimos estar mucho tiempo porque empezó a llover con fuerza, así que decidimos volver hacia abajo otra vez.
Nos metimos en una cafetería a tomar algo mientras esperábamos que escampara, pero no fue así.
Se nos había fastidiado el día, no íbamos a poder ver nada.
Enfadados por las inclemencias del tiempo, decidimos volver hacia la estación de bus para regresar a Granada.
Nuestra intención era visitar la parte antigua y el barrio de cuevas.
Cuando llegamos allí, el día estaba nublado y amenazaba lluvia. Así que nos apresuramos en llegar al centro desde la estación de bus.
Llegando al centro empezó a lloviznar y nos encontramos con una concentración de motos que iban llegando al pueblo.
Pudimos ver poco debido a la lluvia, pero algo vimos.
Yendo hacia la parte antigua, nos encontramos con la Puerta de San Torcuato. Originalmente se llamaba Bib-Maramarín y se trataba de una de las puertas de defensa de la ciudad.
Dimos un rodeo para llegar a la Catedral de la Encarnación de Guadix. De estilo barroco, se comenzó a construir en el siglo XVI y se acabó a mediados del siglo XVIII.
Aunque sólo la vimos por fuera debido a que estaba cerrada, siempre nos ocurren estas cosas con las iglesias, nos pareció una pasada.
Empezamos a subir una cuesta hasta llegar al Museo de Alfarería Cueva La Alcazaba.
El señor que estaba en la entrada era mayor y muy agradable. No había nadie, con lo que teníamos la cueva para nosotros solos.
Es una cueva árabe bajo la Alacazaba de Guadix del año 1400, en ella hay un pozo de construcción arebesca.
Empezaba a lloviznar otra vez, así que nos dirigimos hacia el Barrio de Cuevas antes de que lloviese más fuerte para después volver hacia el centro del pueblo para ver el resto.
Supuestamente son posteriores a la época musulmana y, en la actualidad, hay unas 2000 cuevas.
No pudimos estar mucho tiempo porque empezó a llover con fuerza, así que decidimos volver hacia abajo otra vez.
Nos metimos en una cafetería a tomar algo mientras esperábamos que escampara, pero no fue así.
Se nos había fastidiado el día, no íbamos a poder ver nada.
Enfadados por las inclemencias del tiempo, decidimos volver hacia la estación de bus para regresar a Granada.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)